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PAREJAS CON GUSTOS SEXUALES DIFERENTES

La psiquiatría modificó sus clasificaciones, y en el DSMIV o CEI10 (Código internacional de enfermedades) ya no existen las perversiones sino las parafilias. Esto ha constituido un cambio importante porque el término perverso lleva en sí una connotación moral, mientras que el de para filias significa tendencias, afinidad, así como muchas otras dejaron de pertenecer al área de las patologías y hoy se consideran simplemente sexualidades diferentes.
Estos cambios comenzaron a gestarse a partir de mediados del siglo XX con los estudios de Kinsey sobre conductas sexuales de hombres y mujeres. Allí quedaba claro que las preferencias y hábitos desbordaban, en mucho, los estrictos límites concebidos por Freud.
En la década del 60 aparecieron Masters y Johnson y decididamente los parámetros de normalidad se modificaron. Si son las estadísticas las que determinan qué es normal y que no, con los nuevos estudios comenzaron a surgir nuevos paradigmas.
Hoy con los nuevos adelantos de reproducción asistida, in vitro, ya no es necesario la pareja heterosexual con fines reproductivos. Hay familias que antes hubieran sido impensables, homo y mono parentales, por otro lado la sexualidad liberada de su función reproductiva se ha pluralizado. Las llamadas perversiones o anormalidades se resuelven por fuera del Complejo de Edipo (hasta ahora eje de la normalización del sujeto según el esquema Freudiano). Cada persona deberá hacerse cargo de resolver sus tendencias sexuales, encontrando una salida satisfactoria y que le permita desarrollarse con plenitud.
Lo importante es encontrar una pareja con la que se coincida así poder tener relaciones de cualquier tipo pero consensuadas.
Lo que deberá evitarse es presionar a otro a un tipo de sexualidad que no le sea propia.
A veces hay una autopresión por temor a ser abandonado. Son muchas las personas que acceden a prácticas que no quieren para no perder la pareja.
En caso que no haya coincidencias, está claro que la pareja puede entrar en crisis, pero a la postre, también entrará si uno de los dos lo hace para conformar al otro.

Swingers
El nombre proviene del término inglés swinging que es cambiar. En la práctica se denominan swingers a los que practican el intercambio de pareja, permiten que otro u otros los observen mientras tienen relaciones sexuales, o invitan a otra persona o pareja a participar de la misma.
Los swingers se reúnen en clubes o bares en los cuales existen ciertas reglas o códigos a respetar. Por empezar nadie es obligado a una situación que no desea. Un NO debe respetarse. Hay propuestas pero en modo alguno presión. En muchos de estos lugares no se permite la entrada a gente sola. Tienen que ir en pareja, ya sea eventual o consolidada.

¿Cuándo una pareja decide hacerse swingers?
Generalmente se deciden a partir de compartir fantasías de trío, donde la inclusión de un tercero es importante para alcanzar el orgasmo, o mejorarlo.
Son muchas las parejas que juegan con la fantasía de un tercero y no todas se deciden a llevarlo a la práctica. Una de las premisas fundamentales es que haya madurez y confianza en la pareja. Si no la hay, después de una de estas prácticas puede sobrevenir una crisis de desconfianza y reproches que terminen con la pareja.
Por eso aquellos que deseen experimentar esta forma de sexualidad deberán conocer muy bien sus límites y los del otro.
No es lo mismo fantasear con la sexualidad de la pareja con un tercero, que verlo en la realidad. Muchos no lo toleran.
Luego es importante que pongan sus propias reglas.
Seducción con un tercero, o seducción y penetración.
El tercero conocido, o desconocido.
Prohibición de ver o tener contacto con el tercero a solas.
Esta última regla es fundamental para diferenciarla de una infidelidad.
El tercero entra en la relación como un objeto de la pareja. Es como si hubieran incorporado un juguete, sólo que humano.
Esta condición acrecienta la complicidad de la pareja. Unión que se quebraría en caso de que el contacto con el tercero se extienda fuera de la situación pactada.
Es importante aclarar esto porque algunos creen que los swingers no tienen celos. No los tienen cuando se respeta el pacto, de lo contrario la deslealtad es la misma que en cualquier infidelidad.
Algunos dirán que están jugando con fuego y se exponen más que otros a una infidelidad.
En realidad esto es relativo. Por un lado al poder jugar con la pareja sus fantasías con otras personas, el deseo de experimentar fuera de la pareja, disminuye. Por otro lado, el contacto carnal con una persona puede terminar enamorando. De ahí que algunos swingers tengan reglas muy estrictas, por ejemplo que la pareja con la que se intercambia no sea siempre la misma y que no haya intercambio social de ningún tipo fuera de la situación de juego.
Estas son algunas de las prevenciones que es útil tener en cuenta a la hora de experimentar.

CASO CLÍNICO 1
Judith y José son un matrimonio de casi 25 años de casados, de casi 50 años de edad, que entraron en crisis por un tema de infidelidad.
Judith encontró a José en su auto recibiendo servicio de una prostituta y esta situación le produjo una gran desilusión respecto a su marido.
Llegó a la consulta llena de reproches para con él, diciendo que jamás hubiera creído que fuera capaz de algo así.
Aunque él jurara que fue una estupidez sin ningún valor afectivo, para Judith revestía la ruptura de un profundo compromiso de confianza.
Después de una gran crisis de pareja, hacía dos años la habían remontado convirtiéndose en swingers. Esta apertura los había aliado de una manera diferente. Ambos reconocían que había aumentado la complicidad, y lograron reavivar la pasión de una manera que jamás hubieran pensado.
Por esa razón, el comportamiento de José era desleal.
El pacto había sido no tener relaciones fuera de la pareja, de hecho ella creía que no existía otro deseo que el de compartir entre ellos las nuevas experiencias.
Estaba claro que Judith no estaba celosa de la prostituta, estaba desencantada por lo que consideraba una deslealtad.

Las sesiones se centraron en los LÍMITES.
¿Por qué José no los había podido respetar?
¿Era la primera vez que ocurría o había otros deslices?
De tipo sexual era la primera vea, pero ya antes la había traicionado, entonces en el terreno económico. Sin consultar, pedir o avisar José había sacado de la caja fuerte un dinero personal de Judith para hacer un negocio y dos años después no los había podido reponer. Ella se enteró casualmente de la falta y esto sumió a la pareja en una crisis de la que salieron entre otras cosas con un nuevo pacto sexual.
Evidentemente la falta actual remitía a Judith a aquella situación de deslealtad. La desconfianza seguía latiendo por debajo de un pacto de comportamiento rígido y surgió ni bien José traspasó la frontera.

CASO 2
Lilian es una paciente individual de 27 años que hacía dos meses había comenzado a salir con un muchacho que hacía mucho ella deseaba.
Una sesión después de dar vueltas al tema me dijo.
-Quiero comentarle algo. El otro día Sergio me sugirió que debíamos abrirnos a otros juegos sexuales. Yo no supe muy bien qué decir, me incomodó, pero quedé en pensarlo.
-¿Qué tipo de juego?
-Bueno, me pidió que me acostara con un amigo. Dijo que a él lo excitaría mirarnos. – Estaba atenta a mis gestos cuando hablaba. Hice silencio y se puso nerviosa.
-No sé qué opina usted.
-¿Y vos, qué opinás?
-No lo tengo claro, por eso lo planteo.
-¿Te da vergüenza hablar de esto?
-Y sí, no es cómodo.
-Sin embargo vos hablás muy libremente de sexo.
-Sí, pero esto es diferente. No sé me hace sentir mal..
-Mal cómo. ¿Humillada?
-Sí. Esa es la palabra. Cuando me lo planteó medio me ofendí, sentí que no me quería.
-¿A vos te excita esa situación?
-No sé, quizás en otro momento o con otra persona, pero me cayó tan chocante que me molestó.
-¿Entonces cuál es tu duda?
-Quizás sean prejuicios, no sé. Tengo miedo de cagar la cosa por mojigata. El otro día insistió, un poco indirectamente, me dijo que podíamos ir a un sitio de swingers si me resultaba más fácil al principio, que él iba con la anterior novia.
-Y no sé, esta posibilidad me pareció mejor. Quizás porque estuve investigando un poco por internet y está bastante reglado, es más dicen que acrecienta la confianza en la pareja. – se quedó callada esperando que yo respondiera, como no lo hice insistió – me gustaía saber qué opina usted.
A partir de ahí salieron varias puntas a tratar, primero por qué lo haría. Si es algo que a ella le entusiasma o da placer, o está tratando de no perderlo.
Luego le pregunté qué condiciones necesitaría para tener este tipo de experiencia, en el supuesto caso que lo deseara.
Entonces surgió el tema de la confianza. Necesitaba sentirse querida y tan unida al otro como para saber que no corría riesgos.
-¿Qué tipo de riesgos?
-Riesgo de no ser tomada por un objeto sexual. Lo que más me molestó la primera vez que lo planteó era que yo me podía convertir en el juguete de él y su amigo.
-Eso es exactamente lo que no debés sentir. En las parejas swingers el o los otros son los instrumentos de satisfacción de la pareja. Nunca al revés. Justamente la complicidad que se establece entre los miembros de la pareja es justamente porque se unen para gozar con otro u otros que no tienen el mismo nivel de subjetividad.

Hablamos del tema durante toda la sesión pero no volvió a repetirse hasta después que terminaron a los pocos meses después.
-¡Suerte que no acepté la propuesta swingers porque de haberlo hecho hoy me sentiría mucho peor!
-No la aceptaste porque intuías que él no estaba comprometido afectivamente. Para entrar en un vínculo de ese tipo y seguir ilesa uno debe tener mucha confianza en el otro.

CUESTIONES A REFLEXIONAR
1-Suele incorporar terceros en sus fantasías sexuales.
2-¿Qué le excita? ¿Ver a su pareja? ¿Qué su pareja la vea a usted? ¿Incorporar a un hombre? ¿Incorporar a una mujer? ¿intercambiar?
3-¿Considera a su pareja estable y confiable?
4-¿Incorporaría esta experiencia para abrir la sexualidad de la pareja?
5-¿Para salir de la rutina?
6-¿Para incentivarse usted, o para incentivar al otro?
7-¿Siente celos habitualmente? ¿Su pareja los siente?
8-En caso que la experiencia no sea satisfactoria ¿Están dispuestos a hablar sin reproches?
9-¿Qué recaudos deberían tomar para no sentirse vulnerables ni desconfiados?
¿No está entrando en la experiencia con el objeto de acostarse con alguien en especial?