Saltar al contenido

LA COMIDA PLACER O EXIGENCIA

La comida es el primer objeto de intercambio con el otro, la madre. Por lo  tanto representa además de alimento un objeto de amor. En nuestra mitología comer lo prohibido fue el origen de nuestra  «caída».  Es decir la comida estuvo desde el principio no sólo como alimento sino como pecado. Se podía
comer bien, o mal. Malanie Klein habla de pecho bueno o malo. Comida que alimenta y comida que destruye. Elegimos lo que comer pero más importante qué, es cómo lo hacemos. Podríamos decir que nuestra relación con la comida es un espejo de nuestra relación con el mundo. Hay voraces, ansiosos, temerosos, postergadores, monótonos, obedientes, transgresores, etc.
La sociedad siempre fue normativa , lo que va cambiando es el contenido de los ideales, y las reglas para alcanzarlos . Antes las prohibiciones o exigencias estaban  ligadas a la moral sexual.

Hoy se hace un culto del  cuerpo, hay una  tiranía de la imagen y esto produjo un cambio importante en nuestros hábitos.

Claro que no es fácil suscribir a este discurso de la salud, y belleza , porque por otro lado están las infinitas tentaciones (la manzana de Eva). Si sucumbimos perderemos el Paraíso prometido (alejamiento del ideal físico, de los puestos de poder, de la popularidad y del amor).

En realidad,  la manzana de Adán y Eva no era tal, ya que en Medio Oriente no es común ese fruto. La manzana pertenece a la mitología Griega , el fruto bíblico era el higo (brieva ) .

Pero volviendo al tema del libre albedrío que en definitiva es lo que se pone en juego el mito bíblico, la elección que hagamos es importante y cómo lleguemos a ella también.  No estamos determinados por un instinto que nos dice qué comer o qué hacer y eso es lo apasionante Este  conflicto entre lo que se debe y lo que se desea es lo que nos hace más ricos e interesantes. Porque deseamos, porque elegimos, porque nos culpamos, y gozamos es que somos como somos y no seres chatos y espantosamente aburridos .

Si reflexionamos sobre las normas que rigen en una sociedad sabremos muchos de ella. La nuestra por ejemplo es una sociedad narcisista cuya meta es la competencia para ser el mejor, a nivel físico, económico, deportivo. Una sociedad que no contempla las necesidades del individuo. Pareciera que el único placer que se reconoce es triunfar sobre los otros. Hay pocos lugares y la competencia feroz..

 Una manera de comer y de vivir saludable debería contemplar también el goce. Una alimentación que no lo incluye nos desarmoniza.

Los orthorexicos ( que son personas que comen sólo lo que corresponde) Absolutamente ajustados a lo que se considera saludable tanto en calorías , como en las proporciones  de los nutrientes, tienen una patología psicológica , ya que esta sujeción a lo que “se debe” , sin contemplar el deseo termina es neurotizante..

No es la primera vez que la cultura se enfrenta al placer. Antes era al sexual, hoy es a este otro. Los orientales tienen más equilibrio en este sentido. No han pecaminizado ni el sexo ni la comida. En los templos hindúes hay escenas eróticas, la comida contienen ricos manjares. Pero la nuestra tiene todo un problema con el goce. No nos olvidemos que la religión judeocristiana es una religión de culpas, y castigos.

Quizás muchos crean que hoy se da más  espacio al placer porque hay más permisividad sexual, pero esta es una cultura de gran exigencia. La meta está en ganar, ser el primero y luego el esfuerzo es mantenerse.

Se exige hasta el goce. La gente “debe” ser libre, o “debe” ser feliz. No hay espacio para la tristeza, para el error, para el desgaste. “hay que estar siempre “up” , lindo, delgado, exitoso , activo , y todo eso tiene un costo altísimo. Porque en la vida se alterna lo bueno y lo malo, porque los intentos deberían ser simplemente experiencias y no fracasos, porque cada uno tiene una naturaleza física y psicológica y de la aceptación de ella deviene la buena autoestima.

Se proponen metas imposibles ( ideal físico único que no contempla diferencias – no envejecimiento )  y  nos hacen creer que si no lo logramos es porque no hemos sido lo suficientemente rigurosos . Exigencias de tal magnitud solo pueden acarrear mentiras ,  ocultamientos  y culpa . Las dietas feroces imposibles de cumplir hace que la gente apele  medicamentos que “ayudan” , cuando a no a los laxantes o vómitos . Para mantenernos la mayor cantidad de tiempo sin arrugas , hacemos concesiones con nuestros gestos (a los que paralizamos ) y nos acartonamos. La ciencia nos sigue proveyendo métodos para lograrlo , pero no advertimos el altísimo costo que pagamos. Creo que es hora de platearnos si en lugar de ir detrás de una zanahoria imposible , no sería mejor aceptar “conformarnos” con la realidad que nos toca y disfrutar con las cartas que nos han tocado en el juego.