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COMPLEJOS

Complejo
Viene del latín Complexum, que es «que abarca» también tiene que ver con complexura, temperamento.

Complejo es la combinación de ideas , tendencias y emociones que permanecen en el inconsciente e influyen en la personalidad y la conducta.

La palabra complejo fue utilizada por primera vez por la escuela psicoanalítica de Zurich (por Bleuler y Jung) para significar situaciones internas del individuo que se estructuran a lo largo de sus relaciones infantiles y que se manifiestan en todos los niveles psicológicos: emociones, actitudes y conductas adaptadas.

«Los sentimientos de inferioridad surgen cuando uno cree no ser lo que debiera. Pueden provenir de compararse con otros y considerar que no se los iguala. También pueden originarse en que hay ciertas cosas para uno imposible de hacer. Las deficiencias reales o imaginarias en cuanto a funciones mentales o físicas pueden producir sentimientos de inferioridad.

El inconsciente del individuo lo podemos comparar con un espiral que desde el momento de la gestación, y más aún después del nacimiento, comienza a absorber y formar criterios de vida, que podemos llamar «programaciones». En la medida que el individuo adquiere educación y experiencias, forja sus criterios de vida, que pueden durar por siempre. Cuando se produce un estímulo externo, éste pasa por el espiral del inconsciente y de allí saca las respuestas en base a las experiencias pasadas.

De los 0 a los 8 años de edad los padres forjan el 90 por ciento de los criterios de vida de sus hijos a través de la educación y el ejemplo, que son cruciales durante la vida adulta del individuo. Estos criterios que inculcan los padres tienen mucho que ver con lo que le dicen a su hijo, porque para los niños lo más importante es su relación con el mundo a través de sus padres, ya que asumen los criterios de éstos como verdades. Por ejemplo, si los padres le dicen al niño que es bruto y se lo repiten con frecuencia, llega el momento en que el niño coloca esta apreciación en su espiral inconsciente, la cual se convierte en una programación y se genera el complejo de inferioridad.

Una vez que el ser humano asume como verdad algo así, comienza a dar respuestas que corroboren dicha verdad, porque una de las cosas que más le genera conflicto es entrar en controversia con su verdad interna, y por ello la defiende consciente o inconscientemente. Muchas veces se produce la paradoja de que esa persona que se cree inferior comienza a obtener resultados positivos y satisfactorios con su desempeño en un determinado aspecto, pero como ésto es incongruente con la verdad interna que le recuerda que es bruto, adopta conductas que invaliden su actuación brillante.

Por lo general, una persona con complejo de inferioridad subutiliza sus posibilidades, mientras que quien padece complejo de superioridad no conoce límites, lo que la lleva a estrellarse ante determinadas situaciones que van más allá de sus conocimientos y capacidades. Incluso, la frustración que genera el impacto debido a un complejo de superioridad puede desencadenar complejos de inferioridad.

Los tres problemas más frecuentes que llevan a una persona hasta su consulta -por trastornos de personalidad/complejos- son la dificultad en el desempeño social y logro de metas, la ansiedad y la depresión (entendida como una suerte de derrota psicológica y biológica ante las dificultades). Otros síntomas de estos problemas son la pérdida de sueño y apetito, incapacidad para concentrarse, preocupación irracional por todo -especialmente por el futuro- y temor a actuar, ya sea porque no siente ánimos para hacerlo o porque psicológicamente duda ante el más mínimo problema

Muchas veces el complejo revela una lógica binaria , en la cual hay solo dos posiciones , ser perfecto, o el peor de todos. Esa polaridad es focalizada en un rasgo, el objeto del complejo. Ninguna otra cosa importa más que esa, y ese rasgo es el que determina el valor de la persona.

En estos casos hablamos de complejos específicos, pero al fin terminan haciéndola sentir inferior.