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VUELTA A CLASE FOBIA Y CONSEJOS PARA UN BUEN COMIENZO

 

Volver a clase implica todo un cambio en la organización familiar. Implica volver a rutinas, horarios, que para muchos es una solución, y para otros un problema.

La mayoría de los niños se entusiasma con el retorno a clases, por el reencuentro con sus amigos y compañeros y por volver a un lugar de aprendizaje y creatividad, pero otros sufren  por el desprendimiento de sus padres o la pérdida de la libertad que gozaban en las vacaciones.
En estos casos es fundamental la participación de los padres para lograr con sus chicos una relación menos estrecha y dependiente. No olvidar que para los niños más chicos, comenzar el año lectivo implica un desafío, ya que transitar el año escolar no es una rutina; supone nuevos aprendizajes, un lugar donde poder dar rienda suelta a la curiosidad infantil. Otros, se quejarán pero terminarán adaptándose al nuevo estado”, explicó, mientras que los más rebeldes sentirán que se acabó el tiempo de libertad y harán un esfuerzo para adecuarse.
Cuando el niño ante esta nueva realidad responde con verdaderas crisis de angustia  debemos pensar en una FOBIA ESCOLAR. Este es un miedo focalizado, que toma la forma de angustia e inhibición frente a la nueva situación.

Es importante tener en cuenta que se trata de un trastorno que requiere de una consulta con el especialista. No es un niño que no quiere estudiar o no le gusta el colegio. Es un niño que necesita ayuda y recursos para enfrentar una etapa inevitable de su desarrollo.
Aquellos que  ingresan por primera vez al sistema escolar, sienten la modificación que representa la pérdida de la posición de niño bebe que ocupa en su familia. Pérdida que sienten tanto los padres como el niño,  con las gratificaciones emocionales que esta etapa del desarrollo brindaba”. Nueva forma de relación

Si los padres logran ayudar al niño en su avance simbólico, se establecerá entre todos una nueva forma de relación menos estrecha y dependiente basada en la transmisión de conocimientos”.
El jardín de infantes constituye el primer lugar de alejamiento transitorio del hogar, donde “el niño desplaza en otros las figuras paternas y promueve”, en tanto se generan en ambos “ansiedades específicas de separación que suelen ser elaboradas con la ayuda del equipo docente”.
La buena adaptación escolar se sustenta en la estimulación de la capacidad de espera, la tolerancia a la frustración y la incorporación de límites.

 


Sugerencias dadas por la especialista Cruppi en un artículo para el diario la Nación

– Implementar la rutina de horarios antes que empiecen las clases; organizar con los chicos la mochila, comprar los útiles, ponerle nombre, etcétera, y preparar con ellos el delantal, el uniforme y el equipo deportivo.
– Conectarse con los compañeros, armar una salida, hacer una invitación para jugar.
– Visitar y recorrer la escuela, para ganar familiaridad y comenzar a sintonizarse emocionalmente con la experiencia.

Recordar que el colegio para el niño representa un espacio vital, de contención, socialización y construcción de lazos que a veces lo acompañan a lo largo de su vida.