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MIEDO A VOLAR

 

La fobia a volar se está multiplicando a medida que crece la población y la necesidad de encarar este tipo de viajes.

A veces comienza luego de haber volado normalmente. Sin embargo un día la persona comienza con esta fobia. Por lo general es más común en las mujeres entre 35 y 45 años

Las tres fuentes por las cuales se arma el miedo a volar son: una experiencia traumática a bordo, las informaciones periodísticas, o bien el formar parte de una familia aprensiva donde han tomado un modelo de peligro y de riesgo, llevándoles a reaccionar con ansiedad ante todas las situaciones nuevas

 

 

Una de las razones por las cuales el temor a volar es tan difundido es porque contradice las leyes de la lógica. Al menos con la información precaria que tenemos, que nos advierte que nada puede quedar en el aire porque la fuerza de gravedad lo bajaría.

Por eso es importantísimo que los clientes se instruyan sobre el por qué el avión puede mantenerse en el aire. A veces basta con enseñarles el principio de Bernoulli que es el que explica el porque del vuelo. También es importante recordarles que el aire no es la nada, se trata de un fluido que sostiene al avión así como el agua al barco.

Es importantísimo que la persona se convenza que el avión es un bunker,  un refugio,  un lugar muy seguro. El avión está hecho para atravesar tormentas, el avión flexiona las alas hasta nueve metros, está probado en túneles de viento y cuando salen a la venta tienen que demostrar que pueden atravesar las pruebas más difíciles

 

También es útil repasar las estadísticas que demuestran que el avión es el medio de transporte más seguro. Es fundamental trabajar con posibilidad y probabilidad.

 

Por cierto  el temor a volar se encuadra dentro de  las fobias, a muchas de las cuales acompaña, también puede presentarse en otros trastornos de ansiedad. Son personas ansiosas con temor anticipatorio, que ante determinadas situaciones o cosas se les desencadena un terror que no pueden manejar muy similar al pánico. La diferencia con éste es que acá se produce ante una situación u objeto determinado, y lejos de ellos,  el terror cede. Por eso decimos que los fóbicos son evitativos.

Los síntomas pueden ser los ya conocidos: sensación de falta de aire, sensación de ahogo, diarreas, vómitos, temblor fino , taquicardia, sudoración, … Cada uno tiene su vía  facilitada para manifestar su ansiedad; algunos tienden a las manifestaciones cutáneas, otros que tienden a presentar problemas digestivos, o a tener manifestaciones cardiorespiratorias, al temblor, así como otros tienen tendencia crónica a las contracturas musculares.

 

De ahí que en primera instancia uno de las herramientas básicas es la RELAJACIÓN. Ahora también estamos usando con éxito MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA

 

También se utilizan ejercicios de PNL donde se le hace imaginar al cliente que está frente a una pantalla de televisor y pone un casette de una película donde él como protagonista verá pasar las imágenes de un viaje, desde que sube al avión , hasta que baja exitosamente. Esta película la pasa de adelante a atrás y de atrás adelante rebobinándola de manera rápida como si todo fuera para atrás. Así varias veces. Es fundamental que el cerebro capte que es una película la que pasa, uno diferente a la que se ha pasado con resultados trágicos.

 

También se utiliza el reconocimiento de pensamientos automáticos negativos y se les enseña a corregirlos.

Por último en muchos casos es necesario una medicación de base ANTIDEPRESIVO, unos dos meses antes del viaje para que cuando viaje tenga los neurotrasmisores equilibrados. Además se puede dar el día del viaje una benzodiazepina del tipo Rivotril o ALplax.

 

OTRAS RECOMENDACIONES

         asegurarse un asiento en el pasillo .

         Comer bien unas horas antes de subir al avión . La comida del avión, es preferible no comerla ya que generalmente es recalentada, con un alto contenido en bacterias. El avión genera meteorismo por la presurización de la cabina y si uno está muy nervioso y le sumamos la ingestión de alimentos con un mayor contenido en bacterias, lo más probable es que el cliente se sienta peor.

         Hablar con las azafatas y comentar del temor

         Hablar con los acompañantes

         Llevar revistas, música u otros elementos distractivos