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¿QUÉ ES MINDFULNESS ?

Mindfulness, o Conciencia Plena es un estado de la mente desde el cual la persona es capaz de darse cuenta de los propios procesos mentales y físicos momento a momento. Esta conciencia le permitirá observar cómo determinados pensamientos producen emociones o síntomas (angustia, depresión, ansiedad) y otros lo serenan. Pero lo que es quizás más importante aún  la práctica de mindfulness  aumenta la tolerancia a la incomodidad y frustración.
La sociedad actual evita situaciones displacenteras o juega con la omnipotente idea de poder controlar la realidad. Sin embargo hay situaciones que van más allá de uno mismo: la enfermedad,  la muerte, el envejecimiento, y sin ir tan lejos, los otros, nuestros seres queridos (hijos, novios, padres) que hacen lo que quieren o pueden y no lo que según nosotros deberían hacer. Por eso es tan importante saber diferenciar cuándo uno debe hacer algo para el cambio y cuando hay que aceptar, que no es lo mismo que conformarse o tolerar. Aceptar es transitar por una situación tratando de sacarle todo el provecho para nuestro crecimiento, aprender de ella.
Esta práctica meditativa, importada de Oriente y despojada de cualquier contenido religioso provoca cambios en nuestro sistema neuroendócrino además de los cambios emocionales.
Lo más interesante es que NO HAY OBJETIVO, SIMPELEMENTE CONEXIÓN CON LO QUE ES. Si se producen cambios no es porque nos lo propongamos, sino porque este estado nos permite estar conectados desde lo profundo del ser. El practicante, ubicado en el lugar de TESTIGO es capaz de observar lo que pasa por su propio cuerpo y por su mente SIN JUZGAR, SIN INTERVENIR, SIN ESFORZARSE NI CONTROLAR.

Nuestra cultura nos formó el futuro, avanzamos de meta en meta y entre las mismas una autopista que va a gran velocidad.
Dice Milan Kundera en “La inmortalidad”
Antes de que los caminos desaparecieran del paisaje, desaparecieron del alma humana: el hombre perdió el deseo de andar, de caminar con sus propias piernas y disfrutar de ello. Ya ni siquiera ve su vida como un camino, sino como una autopista que va de un punto a otro.

El tiempo de la vida se convirtió para él en un simple obstáculo que hay que superar a velocidades cada vez mayores.
En el mundo de los caminos la belleza es ininterrumpida y constantemente cambiante; y a cada paso nos dice: “¡Deténte!”.
Hay un proverbio japonés que dice: “Más importante que llegar es viajar”.
Esto no va en desmedro que la planificación del futuro, simplemente no nos podemos dejar devorar por él.
Cuando lo único importante es la meta, se genera gran expectativas ante ella,  y a menudo, para asegurarse el éxito  la persona se esfuerza y desgasta por tener todo bajo control, lo que estresa y desgasta, y  si a pesar de todo no hay logro, está el riesgo que entre en depresión.
Los síntomas más preocupantes en nuestra práctica clínica: ANSIEDAD  por las expectativas  generadas por nuestra mente (temor por los resultados, cuanto más energía se ponga en la meta, más ansiedad despierta) y DEPRESIÓN (cuando fracasa el plan o no se alcanzan los logros esperados) son el resultado de una mente condicionada a los resultados, y un pensamiento en metas.

La persona en estado Mindfulness, o sea de atención plena,  podrá  dar respuesta a cada situación del aquí y ahora reconociéndola como única. Puede salir de los condicionamientos que nos hacen repetir una y otra vez las mismas conductas que han forjado huellas muy profundas en nuestro cerebro. Se trata de abrir nuevas conexiones, descubrir otras respuestas más adaptadas al momento presente. No se trata de prometer ningún disfrute, sólo  habitar el aquí y ahora.
Fagocitar el presente asimilándolo a situaciones anteriores “esto ya lo sé, ya lo ví antes, siempre es igual” es una manera de matar la experiencia, y  caer en  un estado de tedio y vacío. En lugar de vivir 1000 situaciones diferentes, viven la misma situación 1000 veces. En cambio si estamos plenamente atentos podremos percibir las pequeñas variaciones de cada situación porque uno va cambiando en cada momento, no es lo mismo antes que ahora, ni con Juan que con Pedro.
El reconocimiento de esta diferencia, de las infinitas posibilidades de respuestas, nos alejará de la reacción predeterminada que tiene una consecuencia también asegurada.

ACTITUD PARA LA PRÁCTICA DE LA CONCIENCIA PLENA
TESTIGO IMPARCIAL
No hay una forma correcta de tener una experiencia de atención plena. Sólo hay que ponerse en el lugar de TESTIGO IMPARCIAL y tomar conciencia de cualquier cosa que nos digamos, o pensemos, o sintamos. Lo importante es registrarla, y dejarla ser. Tomar nota de cómo comienza y en qué deriva.
Si tengo una molestia, veré qué pensamientos desata. Basta  observar durante 5 minutos el contenido de nuestra mente y nos daremos cuenta que permanentemente estamos  categorizando, juzgando y sobretodo comparando. El efecto de estos juicios sobre nuestras conductas, reacciones también nos quedarán claras. “Esto es mal.” “Esto no sirve”  “Yo no sirvo” “Esto es una pavada”  “Es aburrido” “Esta es mejor que la otra”. “Yo lo hago peor que aquella”.

Si somos capaces de ubicarnos en ese lugar de testigo, observaremos que la mente pasa por estos juicios de manera permanente subiendo y bajando el interés,  tono emocional, cuando no la autoestima.

Si uno siente bronca, aburrimiento, explorará  sobre ese sentimiento, qué lo dispara o a qué está ligado. No tratar de cambiarlo, sino meterse en él, aprender de él. Si hay nervios, si hay distracción, o sueño, serán esos los distractores que habrá que investigar, descubrir  dónde llevan. Por cierto que no es fácil mantener esta posición de TESTIGO, pero el entrenamiento se da volviendo a él cada vez que uno se da cuenta que se fue con los pensamientos.

LA ACTITUD QUE HAY QUE TENER EN LA PRÁCTICA DE MINDFULNESS

MENTE DE PRINCIPIANTE: La idea es librarnos de los prejuicios que encasillan nuestra experiencia  e influyen en nuestras percepciones, los filtros de las creencias. Cada experiencia es nueva, y percibiéndola de esa manera no sólo podré dar una mejor respuesta adaptada a esa situación, sino que podré vivenciar de una manera plena. Un interesante ejercicio es tratar de descubrir lo nuevo en lo conocido, ya sea de una situación, objeto, o persona. Mirar con otros ojos, fijarse en detalles que antes no había registrado.

ACEPTACIÓN:
Aceptar momentáneamente lo que no podemos cambiar desde un espacio de mayor calma, menor confusión que ponga en marcha cambios neurobiológicos que nos permitan entrar en un estado de integración mente – cuerpo  para aceptar el proceso como puntual.

Para concluir diremos que la  práctica de mindfulness  es el desacondicionamiento  de la mente a habitar en el pasado o el  futuro sin registrar el momento presente, el único que en realidad ES.