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LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO

LAS FIESTAS
Las fiestas en general son un momento de mucha movilización con ánimos excitados y emotividad fácil.
No quiero poner signo a estos afectos porque en tanto pueden oscilar hacia el lado positivo como negativo. Cuando una situación es importante o idealizada la decepción y frustración que ocasiona puede ser máxima.
Esta es una de las razones por las que estas fiestas son así. Hemos quedado impregnados con las fiestas de la infancia, con toda la magia y felicidad que representaron entonces. Ellas se convirtieron en verdaderos arquetipos, y  puede ocurrir que confundamos ese mundo ideal con el real, con el consecuente empalidecimiento de las fiestas actuales respecto a las de entonces y esto también abarca a toda la familia , porque aquella  también era ideal, uno se sentía amado y protegido, recibía regalos y sentía concretar sus deseos.  Desde entonces nuestro concepto de felices fiestas pasa por ahí.

¿Qué ocurre entonces con las fiestas actuales?
Siendo el modelo tan idealizado es normal que la realidad decepcione.
Porque la familia ya no es tan ideal, es la familia que tenemos, no la que quisiéramos tener. Las relaciones no son tan armoniosas, los regalos no son los que esperábamos. Tenemos que trabajar para lograr una fiesta decente, tanto en lo económico como en el aspecto concreto y real (hacer la comida, limpiar la casa, etc) entonces preferimos no tenerlas, o las vemos como un trabajo duro y poco retributivo.

Para muchos las fiestas es una tradición más que una celebración religiosa, una tradición que tiene que ver con reunirse en familia, y hacer balance de uno mismo y de ese mundo familiar que nos rodea.

El tema es qué nos ocurre con esa parte de nuestra vida que a menudo declaramos como la más importante, pero que al mismo lo que es difícil de aceptar tal como es.
En algunas familias hay lucha por el poder, cada uno trata de imponer sus normas y códigos, y esa lucha se hace extensiva a la familia extensa creándose verdaderos bandos.
alianzas y las rivalidades se ponen de manifiesto en casa encuentro, y las fiestas son una oportunidad para que se desplieguen.

El trabajo interno que sería bueno hacer es:
– Ver las fiestas como una OPORTUNIDAD PARA ENCONTRARSE
– ACEPTAR que la familia es  ESA y no la que creemos que debería ser
– APRENDER A CONECTARNOS CON ESA QUE ES
– NO EXIGTIRNOS SER FELICES, simplemente ENCONTRARNOS.

Respecto a este último punto también quiero decir unas palabras. A menudo decimos FELICIES FIESTAS, y eso es una exigencia que encima nos enfrenta con la idea de felicidad que cada uno tiene, y que por cierto no es igual al otro.

Las fiestas son oportunidad de REUNIÓN Y ENCUENTRO. Podemos tratar que sean armónicas , pero no felices. Quizás devengan en tal, pero no siempre estamos en condiciones de estar felices, lo que sí deberíamos procurar es :

ACEPTAR EL ENTORNO QUE TENEMOS, Y TRATAR DE ESTAR EN ARMONÍA CON ÉL
BALANCE DE FIN DE AÑO

El fin de año nos enfrenta a una problemática aparte, y es la relación que tenemos con nosotros mismo. Con nuestros progresos, y también con nuestras frustraciones.

La sociedad nos convenció que debemos ir en curva ascendente hacia arriba, cuando la realidad es que vamos HACIA ADELANTE, pero eso no nos asegura que ascendamos.

EL presente tiene momentos buenos, otros no tanto y otros decididamente difíciles, como bien el poeta le dice a la vida  “no me aseguraste sólo noches buenas”.

¿Por qué entonces nos castigamos cuando las cosas no nos salen como planeamos?

Hacer balance es revisar nuestra trayectoria anual, reconsiderar las decisiones tomadas para ver si continuamos por el mismo camino o cambiamos de dirección. No es para premiarnos o reprocharnos.

CADA ELECCIÓN QUE HICIMOS FUE LO MEJOR QUE PUDIMOS HACER CON LOS RECURSOS QUE TENÍAMOS.

Hoy , con el diario del lunes podemos evaluar que hubiera sido mejor otra, pero en ese momento fue lo que fue, y el balance sirve para decidir nuestros próximos pasos, que a su vez tendrán nuevos resultados y producirán otras circunstancias.

LA VIDA ES ESE CAMINO QUE SE DESARROLLA A MEDIDA QUE CAMINAMOS.

Vivimos como si cada acción fuera definitiva y el resultado nos catapultara hacia el éxito o al fracaso y desde allí nos evaluamos. .

SON MIS DESEOS PARA TODOS QUE TENGAN UNAS FIESTAS ARMONIOSAS QUE LES BRINDEN LA POSIBILIDAD DE ACEPTARSE Y UN NUEVO AÑO EN EL QUE PUEDAN PONER EN PRÁCTICA LOS APRENDIZAJES HECHOS EL AÑO ANTERIOR