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LA CRUELDAD

Así como la Ternura es la Empatía investida de instinto de vida, la Crueldad es la Empatía investida de instinto de muerte.

Si bien la Crueldad es una emoción netamente vincular (dirigida hacia un otro) prescinde del objeto, llevándolo a una contingencia extrema. Es esta una diferencia sustancial en cuanto al sadismo se refiere, que inexorablemente requiere del objeto-de- amor para ejercitarse

La Crueldad no apuntará al objeto sino al vínculo entablado con él, lo desvasta produciendo un congelamiento emocional que arranca cualquier tipo de Fe en la Verdad, o en la vida.   En este sentido, decimos que la Crueldad despoja, arranca al odio su capa ética, su estría moral. Sea quizás por eso que es una emoción tan devastadoramente ominosa y dañina.

Hay un experimento hecho en los años sesenta que nos debería hacer relfexionar a todos sobre la crueldad. Se trata del experimento El experimento de Milgram fue un famoso ensayo científico de psicología social llevado a cabo por Stanley Milgram , psicólogo en la Universidad de Yale , y descrito en un artículo publicado en 1963 en la revista Journal of Abnormal and Social Psychology bajo el título Behavioral Study of Obedience ( Estudio del comportamiento de la obediencia ) y resumido en 1974 en su libro Obedience to authority

Se les pedía a un grupo de personas que administraran electricidad a un sujeto voluntario que estaba atado a una máquina. La consigna era ; realizar aplicaciones de corriente eléctrica de voltaje creciente independeintemente de la reacción del sujeto . El voluntario de la prueba, que era un actor hacía manifestaciones de sufrimiento, cada vez más graves hasta quedar sin signos de vida después de los 300 voltios, sin embargo tal como le habíanindicado, ninguno suspendió la prueba ni cortó el experimento basándose en la reacción del voluntario.

el 65% de los sujetos que participaron como «maestros» en el experimento administraron el voltaje límite de 450 a sus «alumnos», aunque a muchos les situase el hacerlo en una situación absolutamente incómoda. Ningún participante paró en el nivel de 300 voltios, límite en el que el alumno dejaba de dar señales de vida. Otros psicólogos de todo el mundo llevaron a cabo variantes de la prueba con resultados similares, a veces con diversas variaciones en el experimento.

En 1999, Thomas Blass, profesor de la universidad de Maryland publicó un análisis de todos los experimentos de este tipo realizados hasta entonces y concluyó que el porcentaje de participantes que aplicaban voltajes notables se situaba entre el 61% y el 66% sin importar el año de realización ni la localización de los estudios

LA CRUELDAD SEGÚN LOS DIFERENTES AUTORES

Freud: teoría de las pulsiones .
Las miras de un impulso consisten en ser descargado, lo que suele producir placer. Sin embargo, el impulso sólo está relacionado indirectamente con el placer. En esas circunstancias, el estímulo principal es la descarga misma, la disolución del impulso, es decir su muerte. Estos instintos de muerte o impulsos destructivos parecen estar en oposición con la tendencia de la líbido a buscar el placer. En su obra, “Más allá del principio del placer”, Freud se pregunta si el impulso hacia la muerte, autodestructivo, no es acaso el principio fundamental de todos los demás impulsos y al tender todos hacia la muerte, uno puede formular la siguiente paradoja:
La vida sólo es una demora de la muerte. Según Freud , la dinámica de la personalidad resulta del antagonismo entre el impulso hacia la vida y el impulso hacia la muerte:

¿Qué representa para Freud la pulsión de la muerte?

Representa la tendencia irreductible de todo ser vivo a retornar al estado inorgánico. Si admitimos que el ser vivo vino después del no vivo, y que surgió de el la pulsión de muerte está perfectamente de acuerdo con la fórmula según la cual una pulsión tiende al retorno a un estado anterior. Según esta perspectiva “todo ser vivo muere necesariamente por causas internas”.

Más adelante la pulsión de muerte sería designada asimismo con el nombre de Tánatos, en oposición al “divino Eros”, que representaba a la pulsión de la vida” Excepto en conversaciones privadas, Freud utilizaba indistintamente los términos de pulsión de muerte o de pulsión de destrucción; pero en una discusión con Einstein a propósito de la guerra, establecería una distinción entre ambos. La pulsión de muerte estaría dirigida contra sí mismo, mientras que la segunda, derivada de aquélla, estaría dirigida contra el mundo exterior. En 1909 Stekel había ya utilizado el término de Tánatos para designar un anhelo de muerte, pero le había de corresponder a Paul Federn la difusión del término en su acepción presente.”

Melanie Kein

La Crueldad y la Envidia

Si bien hay puntos de contacto entre la Envidia y la Crueldad (más allá de pertenecer a la misma línea evolutiva), hay diferencias sustanciales.

Así, mientras que la Envidia está dirigida a un objeto bueno (persona), la Crueldad está dirigida, no al objeto en sí, sino al vínculo entablado con él; o mejor dicho, a la devastación del mismo.

La Envidia destruye los aspectos buenos del objeto (persona), llenándolos de destructividad,.    La Crueldad, por su parte, devasta el vínculo congelándolo en un estanque yermo de dolor y miseria. La Envidia destruye aquello que ama y admira, aquello que existe por el sólo hecho de existir , la Crueldad devasta el vínculo por el sólo hecho de existir: como dijimos, su afán no es la anulación, sino la petrificación estanca de un vínculo despojado de su capacidad de transformarse, de soñarse

De alguna manera, el pensamiento de Klein implica reivindicar la idea de una “naturaleza humana”. Una suerte de “sustancia transcultural” común al género humano. Las emociones arcaicas no son aprendidas sino resultan de pulsiones cuyas vicisitudes tienen que ver en un inicio con los vínculos familiares tempranos.

La perspectiva de Klein nos dice que el sadismo es anterior a la posibilidad de amar, que la crueldad es más instintiva que la piedad, que el amor es una reparación de nuestra tendencia a herir. Entonces, la piedad no es automática, sino que depende, otra vez, de la calidad de los vínculos tempranos. Y, desde luego, de las ideologías que la fomenten o la obstruyan.

Nietzche

En el texto «La Genealogía de la Moral», Nietzsche propone que el concepto de culpa procede del concepto «tener deuda». Para explicar dicha proposición, él hace.un recorrido por el desarrollo del sentimiento de justicia en la humanidad. Recorrido en el que ilustra el tratamiento que la sociedad ha hecho sobre aquel que infringe la ley.

En principio quien había causado un perjuicio merecía una pena, un castigo. La severidad de esta pena estaba determinada, por el grado de cólera que padecía el afectado. Era la cólera, y no la gravedad del perjuicio, la que determinaba la medida de la sanción. Vemos así que la sanción era una forma de venganza en la cual no había otra regulación que el monto de afecto causado. Esta lógica estaba entonces regulada por el capricho entendido como lo incierto, lo no regulado, lo impredecible

Esta concepción en el ejercicio de la justicia se ve sustituida por la búsqueda de una equivalencia entre perjuicio y castigo. La medida del castigo estaba determinada entonces por la gravedad del perjuicio. Se nota en este desarrollo del ejercicio de la justicia, un intento en la humanidad por poner un tercer término que eliminara el afecto como determinador de la sanción. Lo llamativo de esta equivalencia es que el castigo puede ser el dolor físico del culpable y no precisamente la restitución del daño con bienes materiales. El dolor se ofrece como compensación, como algo que se entrega para pagar o restituir un daño causado.

La crueldad constituye en alto grado la gran alegría festiva de la humanidad más antigua, e incluso se halla añadida como ingrediente a casi todas sus alegrías;..».

«Ver sufrir produce bienestar; hacer sufrir, más bienestar todavía – ésta es una tesis dura, pero es un axioma antiguo, poderoso, humano – demasiado humano, que, por lo demás, acaso suscribirían ya los monos; pues se cuenta que, en la invención de extrañas crueldades, anuncian ya en gran medida al hombre y, por así decirlo, lo «preludian». Sin crueldad no hay fiesta : así lo enseña la más antigua, la más larga historia del hombre – y también en la pena hay muchos elementos festivos!»

En Nietzsche el dolor que debía padecer el culpable se constituye en una compensación para el acreedor quien ha sufrido un perjuicio; compensación porque la crueldad se constituye en la gran alegría de la humanidad, por tanto en el supremo bien al cual todos quieren acceder, aunque sea a nombre de la justicia.

la relación posible entre el deudor con la crueldad, desde el psicoanálisis se podría afirmar que en el hecho de recibir castigo puede haber también una suerte de goce, pero a modo masoquista. A nivel psíquico el yo deviene masoquista frente a un superyo sádico.

Para terminar se podría afirmar que existe una forma primitiva de ejercer la justicia, la cual se evidencia tanto en el terrenos de lo psíquico como en el de las relaciones entre los semejantes, en la cual hay una gran dosis de crueldad; la cual es, como lo afirma Nietzsche «la gran alegría festiva de la humanidad»

Lacan:
Para poder superar el placer y el confort el sujeto tendría que someterse a la crueldad del Otro y con esto aumentar el goce de ese Otro .
Antígona expresa el conflicto con una ley considerada por la comunidad como justa y que sin embargo nos desgarra.
La tragedia es consecuencia de que en el hombre son más fuertes las pasiones que el placer. Antígona es la que encarna la pulsión de muerte en estado puro. Es la pasión que lleva a Antígona a atravesar lo bello y entregarse a la muerte…