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Día Del Amigo

Elijo a mis amigos por la cara limpia y por el alma expuesta. No quiero solamente el hombro, quiero también su mayor alegría. Amigos que no ríen juntos, no saben sufrir juntos.

Quiero amigos mitad tontería, mitad seriedad. No quiero risas previsibles ni llantos piadosos. Quiero amigos serios, de aquellos que hacen de la realidad su fuente de aprendizaje, pero que luchan para que la fantasía no desaparezca.

No quiero amigos adultos ni estudiantes. Los quiero mitad infancia y otra mitad vejez. Niños, para que no olviden el valor del viento en el rostro, y viejos, para que nunca tengan prisa.

Tengo amigos para saber quién soy. Pues viéndolos locos y santos, tontos y serios, niños y viejos, nunca olvidaré que la normalidad es una ilusión imbécil.