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Conflicto por terceros

Los celos son una pasión humana y por lo tanto sus características son eternas, y la triangulación que los desata también será igual.

Lo que ha cambiado con el correr de los tiempos es aquello que lo desata. Hoy las reglas sociales son diferentes. Las mujeres tienen contacto sexual desde su temprana adolescencia. Los hombres ya no cuentan con impresionarlas porque ninguno está seguro de qué experiencia tiene ella. ¿Cómo son los otros hombres en la cama? ¿El o los que me precedieron serán mejores? Para los inseguros esto puede ser una verdadera tortura.

Hoy las leyes han cambiado. La infidelidad no es causa de divorcio, esto no quiere decir que esté bien ser infiel o que no sea importante. La confianza es y seguirá siendo uno de los pilares de la pareja. Faltar a esa confianza es herir gravemente la unión entre ellas.

No es causa de divorcio porque hoy no se necesita una causa. Basta con que alguno de los dos no quiera seguir para que le sea otorgado el divorcio.

Las costumbres han cambiado, por eso es importante tener claro primero uno y luego hablar con la pareja sobre qué espera uno del otro, qué puede dar y qué aceptar.

Amistades

  1. Tolero que hable por teléfono o chat pero no que se vea con una amistad del sexo opuesto.
  2. Tolero que salga  en caso de que esté también una tercera persona
  3. Tolero que hable, chatee o salga con cualquier persona del otro sexo que esté dentro del círculo de amistades.
  4. Considero que al estar en pareja cambia el mapa social y las salidas deben ser siempre en pareja
  5. Tolero salidas a solas pero sólo con gente del mismo sexo.

Si vemos el capítulo de recursos, cuando se habla de la comunicación con el otro, se muestra que hay una determinada manera de plantear algo, ye es desde el deseo, bienestar de uno o necesidad.

Yo me sentiría cómodo, o necesito, o deseo que …..

Y el otro puede o no considerarlo. Cuando no hay otra posibilidad que decir aceptar el pedido, entonces más que pedido es una exigencia.

Está claro que cuando alguien plantea algo , el otro puede no responder a esta demanda. Claro que con el conocimiento de que su acción está lastimando al otro.

Hay dos presupuestos que en general se dan en todas las personas, una es pensar que si alguien plantea algo, el otro debe aceptarlo. Habitualmente dicen: Pero yo ya hablé de eso. Como si eso incluyera que el otro acepta la demanda.

El otro supuesto es, “No debería enojarse o estar mal porque yo se lo advertí.”

Con las nuevas tecnologías se han incrementado de manera exponencial las posibilidades de infidelidad. No hace falta salir de la casa para tener acceso a otras personas, incluso tener sexo virtual. Esto es el infierno para los controladores.

Ya nadie puede estar seguro de que lo que hace su pareja. Esta realidad lleva a replantear cuáles son los límites de la fidelidad.

Antes estaba claro, el límite era cualquier acción que incluyera un tercero. Por cierto nadie podía controlar los pensamientos del otro, y es sabido que los pensamientos se transforman en acciones, pero para hacerlo había que sortear una serie de dificultades y por lo general quedaban sólo en pensamientos. No es lo mismo imaginar que hacer.

Dentro de la cabeza cada uno era libre. Hoy esa cabeza se extiende a la red así como el mundo entra dentro de la mente de cada uno de nosotros. Este límite tan borroneado nos obliga a muchos replanteos.( Leer capítulo Pareja y Tecnología.)

No obstante acá me gustaría hablar de los acuerdos y límites que cada persona debería tener en claro y eventualmente aclararlo con su pareja. Partiendo de la imposibilidad de control, sabiendo que el pensamiento, los deseos, y curiosidades se pueden abrir a internet  sin obstáculo alguno. ¿Cuál será el límite de cada persona?

  1. La computadora y celular no deberían ser utilizados para seducir a alguien del sexo opuesto.
  2. La computadora y el celular son privados, un espacio propio donde cada uno puede expresarse y hacer. El límite está en que eso no se concrete.

Marcar este límite primero con uno y luego hacérselo saber al otro puede ser un comienzo. Claro que esto puede cambiar, de hecho todo cambia, los acuerdos hay que actualizarlos permanentemente. Uno de los principales errores de la pareja es creer que todo quedará fijo e igual. No darse cuenta que cada uno evoluciona y los acuerdos también.