Saltar al contenido

CADA DÍA UN REGALO ÚNICO

Cuentan los Cabalistas que ;

Había una vez un rey que poseía una mina de diamantes. Después de extraer los diamantes, él daba miles de ellos a la vez a artesanos locales, cuyo trabajo era limpiar y perfeccionar las piedras a lo largo de varios meses.  El único problema era que nunca completaban el trabajo. De hecho, algunos de los diamantes regresaban dañados. Por lo tanto, el Rey cambió el método dando a cada artesano una cantidad menor de diamantes, y menos tiempo para realizar el trabajo.

Lo mismo sucedió con la humanidad. En un principio, el Creador le dio a cada persona millones de chispas de Luz, cada una correspondiendo a cada día de vida dado. Pero aunque la gente vivía cientos de años, con frecuencia no perfeccionaban sus vidas. De hecho, las dañaban. Por lo tanto, el Creador redujo la cantidad de chispas entregadas a cada persona a la vez.

No se nos dan 80, 100 o 120 años de vida. Se nos dan 29, 200 días, 36, 500 días, o 43, 800 días, y dentro de cada uno, debemos perfeccionar una chispa de Luz. La chispa de Luz que pudimos haber perfeccionado ayer, no puede ser perfeccionada hoy. Cada día tiene su trabajo único y propio que se relaciona a aspectos específicos del alma que necesitan purificación y elevación.

Debemos despertar dentro nuestro la conciencia del regalo que significa cada día.  Cuando interiorizamos este entendimiento, aún si los días no arrancan como esperábamos, no los anularemos dejando las cosas para mañana. Te darás cuenta que lo que necesitamos cumplir hoy, sólo podemos cumplirlo hoy, y  comprenderemos que mientras estemos perfeccionando chispas y enviándolas hacia arriba, no sólo estaremos creando un impresionante banco de Luz que fluye hacia nosotros, sino que te estamos ganando más días y más chispas que perfeccionar. Las relaciones atascadas no podemos dejarlas para otro día, tampoco nuestro disfrute  ni la solución de nuestros conflictos.