Saltar al contenido

Adolescentes Eternos

Tapa y contratapa Adolescentes Eternos
Tapa y contratapa Adolescentes Eternos

Nuevo libro de la Dra. Graciela Moreschi
Ver en Youtube
INTRODUCCIÓN

Hoy las etapas de la vida son mucho más flexibles, la niñez se abrevia, la adolescencia se alarga, y en el hogar conviven personas de diferentes edades, y responsabilidades pero sin intereses ni hábitos comunes. La diferencia con la antigua familia extensa que existió hasta mediados del siglo XX es que, en aquellas había una cabeza que imponía las reglas, y la prole, sin importar la edad que tuvieran, las aceptaban, mientras que hoy, no se reconocen jerarquías. Los padres del siglo XXI intentaron que en sus hogares hubiera democracia, por temor a ser autoritarios se abstuvieron de poner límites, y apostaron al diálogo. Hoy se sienten superados, invadidos y confundidos respecto a lo que pueden y deben hacer.
Algunos de los problemas cotidianos que enfrentan estos padres pueden parecer minúsculos, pero a medida que se van repitiendo en el día a día, sienten que su casa ha sido tomada, y ya no son libres ni en ese, que debería ser su refugio.

Mariano, treinta años, abogado trabaja para un estudio jurídico. Vive con su familia pero los estilos y ritmos de vida han comenzado a chocar. Por lo general llega a la noche tarde cuando todos han cenado y si no encuentra comida en la heladera se prepara un bife a la plancha que llena de humo y olor toda la casa, en cualquier caso deja la vajilla sucia en la pileta y se va a su cuarto a mirar televisión. Los domingos se levanta tarde y le gusta ver deportes con algunos amigos en el plasma de 32 pulgadas que hay en el living y él mismo compró. Habitualmente vienen dos amigos íntimos y entre todos consumen parte de las compras que esa mañana sus padres hicieron en el supermercado para toda la semana. El resultado de “esta mejora” que Mariano aportó a su casa es que desde que entró el plasma los padres optan por ir a una conferiría o al cine durante la tarde. Se sienten invadidos por gente que aprecian pero no son de la familia, los ruidos, el olor a comida a deshora, la cocina revuelta, pero no saben qué hacer. No están seguros de poder exigirle otra conducta – “Lo educamos así, es nuestra culpa, por otro lado es un buen chico, siempre nos cumplió. Se recibió en el tiempo esperado y no podemos negar que se mata trabajando” . Desean que se vaya a vivir solo pero no se atreven a sugerirlo. En la intimidad se preguntan – ¿No será que estamos poniéndonos viejos y somos cada vez más intolerantes? ¿Acaso Mariano no tiene derecho a disponer de su casa? Trataremos de analizar qué ha llevado a los padres a tener tamaña confusión respecto a los límites y derechos de cada uno.

En este libro analizaremos por qué los hijos ya no sienten urgencia por irse de la casa de los padres y qué les pasa a los mayores con esta nueva realidad. ¿Cuáles son sus dudas y preocupaciones? ¿cómo recuperar los espacios de intimidad sin sentirse culpables?
Para estos padres el ejercicio de la paternidad no es fácil. Por pertenecer a la generación que rompió con los valores tradicionales, carecen de referencias. De ahí que sea tan importante poder plantearse y reflexionar sobre estas nuevas cuestiones que no tienen antecedentes en las generaciones anteriores.
Decimos que la adolescencia se ha prolongado cuando se demora la resolución del conflicto adolescente, y por tanto la consolidación de la identidad, puede ser un tiempo más largo o convertirse en un modo de vida.

Si bien la crisis económica contribuye a esta realidad como lo veremos más adelante, sólo las familias con disponibilidad económica pueden prolongar la adolescencia de los hijos. Algunos lo hacen porque al optar por una formación superior necesitan del apoyo de sus padres incluso luego de la graduación. Salir al mercado laboral sólo pertrechado con el título de grado, muchas veces significa tener que aceptar trabajos de mucha carga horaria y pocos ingresos, lo que les impide seguir capacitándose. Es prácticamente imposible aspirar a completar los estudios con cursos de postgrado, maestrías, o doctorados, sin el apoyo económico de los padres, tanto por el costo de los mismos como por el tiempo de dedicación que requiere. Pero la convivencia no es fácil, los vínculos se resienten y los padres pierden espacio en un momento donde deberían tenerlo asegurado.

A través de los diferentes capítulos trataremos de comprender qué factores sociales y familiares determinan éste fenómeno, los efectos que esta situación produce individualmente tanto en padres como en los hijos, y las que tiene sobre el vínculo. Analizaremos además las diferentes tipos de salidas. No es mi función determinar qué elegir, pero sí darles la posibilidad de anticipar consecuencias.

descargar ficha del libro adolescentes eternos